Si nos fijamos en sus predecesores, el lenguaje de Dante es casi un milagro inconcebible. En comparación con todos sus antecesores, entre los cuales se cuentan, sin embargo, grandes poetas, su expresión posee una riqueza, actualidad, fuerza y flexibilidad tan incomparablemente mayores, conoce y emplea una cantidad de formas tan superior, abarca los fenómenos y los asuntos más diversos con mano tan firme y segura, que uno llega al convencimiento de que este hombre ha redescubierto el mundo con sus palabras. Muy a menudo podemos presumir o demostrar de dónde ha sacado esta o la otra forma de expresión, pero las fuentes son tan numerosas, y emplea aquellas formas de un modo tan exacto, propio y, no obstante, tan original, que dicha demostración o presunción no sirve más que para intensificar nuestra admiración por el poder de su genio verbal.

Erich Auerbach, Mímesis, Farinata y Cavalcante

La cavidad que la obra genial ha producido a fuego en lo que nos rodea es un buen sitio para colocar en ella nuestra pequeña luz.

Franz Kafka, Diarios

Digno de elogio es aquello que le parece difícil; a lo que es indispensable y difícil, lo llama bueno; y a lo que libera hasta la suprema necesidad, a lo más extraño y difícil – a
eso lo honra como sagrado.

Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra

En sí misma, la realidad no vale un centavo. Es la percepción la que confiere significado a la realidad. Hay una jerarquía entre las percepciones (y por consiguiente entre los significados) en la que las adquiridas mediante los prismas más refinados y sensibles ocupan la cima. Lo que aporta a dichos prismas refinamiento y sensibilidad es la única fuente de la que se pueden suministrar: la cultura, la civilización, cuyo instrumento principal es el lenguaje. La evaluación de la realidad materializada mediante tal prisma (cuya adquisición es una meta de la especie) es por lo tanto la más precisa, y tal vez incluso la más justa.

Joseph Brodsky, Nadiezhda Mandelstam (1899-1980): Necrología

Hoc opus, hic labor est.

Virgilio, Eneida, VI, 129

Dante es el más grande y el más indiscutible maestro de la materia poética convertible y mutable, el más temprano y al mismo tiempo el más fuerte director químico de lo que sólo existe en las mareas y en los oleajes, en las crecidas y en las bordadas
de la composición poética.

Ósip Mandelstam, Coloquio sobre Dante, 6